Una lista imprescindible de alternativas saludables e igual de sabrosas.
Elegir alimentos saludables para el corazón no significa renunciar al sabor. El secreto radica en sustituir las grasas saturadas, el colesterol, el azúcar refinado, los alimentos procesados y las preparaciones excesivamente saladas por verduras frescas, granos integrales, legumbres, carnes magras, pescado y productos lácteos bajos en grasa.
CardioVida24 le acerca algunas recomendaciones publicadas por la prestigiosa enciclopedia Medline Plus de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH):
- Cuando cocina con productos lácteos, reduzca la cantidad de grasa, reemplazando la manteca por aceite de oliva, canola, o maíz; la leche entera por leche descremada con una cucharada de aceite vegetal, y todos los productos lácteos enteros por sus equivalentes descremados.
- Para reducir la grasa y el colesterol de la carne, pruebe con sustitutos, igual de sabrosos pero mucho más saludables: pescados, especialmente aquellos ricos en ácidos grasos omega 3 (arenques, sardinas, salmón, atún, trucha y caballa). El camarón es otra alternativa, ya que tiene menos colesterol que la carne de vaca, de cerdo o de pollo.
- Sustituya los huevos por claras de huevo.
- Prepare la carne como una parte de la comida, en lugar de convertirla en el componente principal, incluyendo arroz integral y verduras.
- Retire la piel del pollo y del pavo antes de servir. Si el exceso de grasa se acumula en la sartén o la fuente, retírela antes de servir.
- Prepare los alimentos con poco o nada de sal, sazonando con especias y hierbas, jugo de limón, lima, naranja o vinagre.
- Sustituya la harina y el arroz blanco por granos integrales o enteros, que tienen fibras y nutrientes. También conviene diversificar los cereales, incluyendo la quinoa, el amaranto, el trigo sarraceno y el mijo.
- Reduzca el azúcar de las recetas en un tercio, y probablemente no notará la diferencia.
- Reemplace el chocolate en polvo por algarroba.
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